martes, 30 de julio de 2013

Ecografía de control semana 28 (28+2)



Hoy teníamos la ecografía de control por la SS para comprobar si la placenta seguía oclusiva o no (aunque nosotros ya sabíamos que no).

En principio, pensaba que me harían una eco para observar la placenta y medir el cérvix uterino y punto. Para casa.

Pero no.

Nos habían citado en el mismo sitio donde nos hicimos la eco 12; había una ginecóloga joven que nos ha confirmado que la placenta se ha desplazado y ya no está oclusiva ("una cosa menos para preocuparos", nos ha dicho) y que el cuello sigue largo y cerrado. Luego ha hecho una eco completa al bebé, comprobando medidas, posición (cefálica, bien!), líquido amniótico, constantes... Muy completa. Conozco mucha gente que se queja del trato en la SS (comparándolo con la privada) y también soy consciente de que la SS no funciona en todos los sitios igual; sin embargo, yo no puedo emitir ni una sola queja en ninguno de los aspectos que han estado relacionados con mis tres embarazos, ni con la atención recibida después del nacimiento. De hecho, creo que tenemos mucha suerte de poder contar con buenos profesionales, que es lo que pagamos, en realidad. 

Que me voy por los Cerros...

El peque está genial, medidas de cráneo y fémur que corresponden con las semanas que toca y el peso estimado... un poco por encima. Lo que ya sabemos, ecografía tras ecografía: que no es pequeño. Me preguntó si tenía diabetes gestacional (aaargh!! el estigma de este embarazo... jaja) y le dije que no. El Piratilla pesa unos 1300 gramos y nos dijo la ginecóloga que si fueran 1400 ya estaría bastante pasado... Que me cuidara con los helados... (¿no hay por aquí un emoticono de estos que se pega cabezazos contra la pared?). De todas formas, mirando tablas de percentiles fetales (eso que jamás se debe hacer —otro emoticono de cabezazos, por favor—), como por ejemplo, las de este enlace, veo que tampoco es exagerado el peso del Piratilla.

Por supuesto, me quedo con lo de que el bebé está bien; pero francamente, creo que me está empezando a preocupar lo del peso del nano, más que nada.... porque tiene que salir...


miércoles, 24 de julio de 2013

La diabetes gestacional y yo


Para empezar, el título debería ser "la no-diabetes gestacional y yo", porque ya os adelanto que no la padezco. Sin embargo, tengo antecedentes de diabéticos en la familia y no dejan de decirme que el nene viene grande, así que, y a pesar de que tanto mi ginecólogo H como mi médico de cabecera compartían opinión sobre lo prescindible de las pruebas de glucosa —ambos decían que alguna mano negra había por ahí detrás o que alguien se estaba haciendo muy rico vendiendo botellitas—, yo estaba bastante preocupada.

Y comenzaron mis peripecias.

Llamé a M y le comenté que no estaba convencida de hacerme la "curva larga" (me daban los siete males de pensar en beberme los 100 gramos de glucosa y me preocupaba meterle gratuitamente tal chute al páncreas, la verdad); de todos modos, tenía la glucemia basal en su sitio y en el O'Sullivan no tenía un valor demasiado elevado. Ella me respondió que le parecía bien, que tenía algunas embarazadas que preferían no pasar por la prueba y hacer directamente la dieta para la diabetes. Me ofreció, además, otra opción que consistía en medirme la glucemia pre- y postpandrial (antes y después de las comidas) durante 15 días, que eso equivaldría a la prueba para poder hacer un diagnóstico.

Como tenía la maquinita (glucómetro) en casa, empecé a hacerlo ese mismo día, anotando los resultados en una libreta. Los valores antes de las comidas debían estar por debajo de 95 y todos me salieron bien; los postpandriales no debían superar los 140 mg/dL y, bueno, aquí es donde empezó a fallar la cosa, porque sí que obtuve algún valor por encima (y curiosamente, no fue en las comidas más copiosas, que ese finde tuve un bautizo). Me entró la duda de si lo estaba haciendo bien o no y al final, después de tres o cuatro días de mediciones, decidí presentarme en el hospital el día que me habían citado para la prueba.

Esta vez fui en ayunas, me sacaron sangre y engullí la botellita con la glucosa a pequeños tragos (puaj). Se me revolvió el estómago, pero abanico en mano logré mantener todo en su sitio. La cosa cambió un poco cuando fueron a sacarme sangre por segunda vez: la sanitaria no atinaba, la sangre no salía (y digo yo: si tienen que pincharte varias veces, no es mejor coger una vía y santas pascuas?) y con tanto teje-maneje —y un pinchazo extra—, me mareé como un pato. A punto estuve de sacar la dichosa glucosa por donde había entrado, pero tras ponerme casi haciendo el pino, me repuse. Y pasé el resto de la prueba tumbada muy a gusto en una camilla... jajaja.

Ese mismo día llamé a M para decirle que finalmente, como no estaba segura de estar tomando los valores bien en casa, me había hecho la prueba. Entró al sistema y los resultados ya estaban subidos: todo bien. No tengo diabetes gestacional y puedo comer de todo " con prudencia, para estar guapa después del parto", me dijo M :D

Pues nada... Al final tanto el ginecólogo como el médico de cabecera tenían razón: una prueba que preocupa a las embarazadas, cuando en la mayor parte de los casos sale negativa.

Eco 3D/4D (26+6)


Para hacer como hicimos con la Duendecilla en su día, teníamos programada una sesión en Ecox para la semana 27 de gestación —aquella que me tocó en la charla de Prenatal. Nos hacía especial ilusión llevar a la enana a que conociera a su hermano, aunque no sabíamos cómo saldría la cosa...

Así que el sábado 20 de julio quedamos con los iaios y algún tío para ir a ver al Piratilla. Teníamos cita a las 4 de la tarde, recién comida, pensé que se vería estupendamente. Pero cuando la chica puso el ecógrafo en mi panza lo que mejor pudimos apreciar fue la columna vertebral: Eric estaba completamente de espaldas, mirando hacia mi propia columna (con razón notaba menos movimiento por ahí) y, por si fuera poco, chupaba con fruición un talón, que tenía frente a su cara. No podíamos verle la carita, así que me fui a caminar y me comí algo dulce.

Al rato volvimos y aunque seguía parcialmente girado, pudimos verle de perfil. Estaba sentado, la carita apoyada en la placenta, las manos sobre la cara a intervalos, venga a chupar... Le acariciábamos a través de la panza y el tío sonreía, pero no se movía... De modo que, aunque conseguimos verlo mejor, no pudimos verle la carita. Volveríamos otro día.

La Duendecilla lo vio, le hizo el caso justo, pero casi que estaba más pendiente de los juguetes que había por allí para "hermanos mayores" que de la pantalla. Normal, sus intereses son los que corresponden a los dos años, jaja. Aunque luego sí sabía que había visto al hermanito...

Me han dado cita para el viernes 2 de agosto, que ya no estaré de 27 semanas como con su hermana. Así que, entre que es más grandón y que estaré de casi dos semanas más, pues... Eso, se verá grande en comparación con ella. Esta vez iré sola o, quizá, con alguna amiga... Más tranquila...

Nota: la fotografía de cabecera no es del Piratilla, pero muestra bastante bien la posición que tenía xD

martes, 16 de julio de 2013

Visita a la matrona y al ginecólogo (26+2)



Hoy tocaba cita con M.

Iba un poco más nerviosa que de normal, porque me tenía que dar los resultados de la analítica del segundo trimestre y los del test de O'Sullivan, aunque no tenía razones para pensar que iba a darme algo diferente a lo esperado.

En la analítica me ha salido anemia gestacional, como era de esperar —en el embarazo de la Duendecilla empecé a tomar hierro a partir precisamente de esta analítica también—, pero lo que me ha dejado más chafada es que el O'Sullivan me ha dado positivo. O sea, me tengo que hacer la "curva larga" (sobrecarga de 100 gr. de glucosa, uffff...). Si ya se me hizo cuesta arriba engullir los 50 que eran para la "curva corta", no quiero imaginar los 100 gramos... y los cuatro pinchazos... Con filosofía.

Lo primero que he hecho, por supuesto, es leer sobre la Diabetes Gestacional (DG) sin saber siquiera si la tengo (muy mal!! — inevitable), y a mi preocupación anterior se ha sumado la de los problemas asociados a esta dolencia.

De hecho, en consulta, tras comunicarme M que tengo que hacerme la curva larga, creo que he dejado de escuchar el resto de cosas que me ha comentado... Luego, leyendo en la cartilla de embarazada he visto que empezamos ya las clases de preparación al parto, que de peso voy bien (casi mejor que fui en el primer embarazo, supongo que cosa del verano) y la tensión también estupenda.

En fin. Un positivo en el test de O'Sullivan no es positivo para diabetes, pero yo ya estoy con el run run en la cabeza...

Por la tarde, teníamos visita con H, el ginecólogo. Me ha venido genial para comentarle mi nueva "obsesión", además de comprobar cómo iba mi placenta y el crecimiento del Piratilla. H es un doctor un tanto especial; se pasa la vida de voluntario en África y tiene un punto de vista muy crítico y bastante más amplio sobre el sobrediagnóstico al que parece que estamos sometidas las embarazadas aquí. De hecho, en cuanto le he comentado lo del O'Sullivan, ha despotricado de lo lindo sobre el tema. Es un médico intuitivo (imagino que allá donde va no dispone de tropecientas botellitas de glucosa para hacer el test por protocolo a todas las embarazadas) y se basa en los síntomas propios de la diabetes para decidir si se hace la prueba o no. Es decir, se hace cuando se sospecha. El caso es que me ha dicho que lo más probable es que me dé negativa la "curva larga" y que, en todo caso, el resultado sería el mismo. Básicamente, que no me preocupara y que si no quería, que no me la hiciera.

Luego hemos visto al nano. Está sentado —el bulto que noto a la derecha, bajo mis costillas, es la cabeza, como sospechaba—, todo correcto y... gordito, jajaja. Parece que viene grande... No me ha dicho peso aproximado, aunque cotilleando luego la eco que me ha dado, ponía unos 1100 gramos. Y una cosa importante: mi placenta ya no es oclusiva.

Nos hemos vuelto a casa más tranquilos..., bueno, en concreto, yo, Papá Duende trivializa más...


jueves, 4 de julio de 2013

Guía sobre la Atención al Parto Normal (Ministerio de Sanidad)




Siempre he pensado que estar informada es la mejor opción, tomo parte activa para que forme parte de mi realidad y la defiendo. Por eso, tanto en el embarazo anterior como en este (y en otros múltiples aspectos de mi vida), busco información, leo y releo, veo vídeos, intento asistir a charlas, pregunto a matrona y ginecólogo... 

Tengo que reconocer que, en mi caso, parte puede deberse a la curiosidad científico-vocacional, pero aun así, creo firmemente que la información es poder, que otorga tranquilidad (de saber qué es a lo que te enfrentas). 

Repasando un par de noticias de la hemeroteca de un periódico bastante conocido en España, me topé con un par de descargables sobre la Atención al Parto Normal en España (ambos del Ministerio de Sanidad Español). Uno iba dirigido a profesionales y el otro, a los padres. Me pareció cuanto menos curioso que éste último no esté rulando por ahí, en las salas de espera de las maternidades, las consultas de matronas y ginecólogos, en cualquier lugar donde los futuros padres, los que pronto van a pasar por un parto en nuestro país, tengan acceso a él. Que yo recuerde, ni siquiera se hace referencia a esta guía en la cartilla de maternidad. 

Se supone que es un documento oficial sobre la atención al parto en nuestro país y la mayoría de embarazadas no tenemos ni idea de que existe. 

Pues bien, existe. Y lo podéis descargar y/o leer on line haciendo clic aquí.

La guía define de forma concisa y clara lo que se considera un parto normal y sus fases; comenta los cuidados necesarios o favorables, algunas prácticas que se realizan por protocolo en nuestros centros (aunque según su importancia, aclara que la mujer puede elegir otra opción), etc. Es una guía elaborada por profesionales sanitarios y revisada por mujeres embarazadas y madres recientes, y me parece interesante su lectura para saber cuáles son las recomendaciones oficiales y conocer un poco el proceso con el cual nos vamos a encontrar. 

P.S. Como leo un montón de cosas que me gusta "guardar", he decidido crear una especie de archivo con los artículos que me parecen interesantes, para no perderles la pista. Aparecen en forma de pestañas en la parte de arriba del blog.

miércoles, 3 de julio de 2013

Test de O'Sullivan o "prueba del azúcar" (24+3)

Hoy tocaba hacerse el test de O'Sullivan o "prueba del azúcar" para detectar una posible diabetes gestacional

Esta prueba consiste en una sobrecarga de glucosa en condiciones normales para ver cómo tu cuerpo se las arregla para metabolizarla. Resulta que la función placentaria puede interferir en mayor o menor medida en la función de la insulina, provocando una hiperglucemia. Si esto ocurre, pueden darse consecuencias una como macrosomía fetal, entre otras cosas. Así que sobre las 24 semanitas de gestación, todas las preñis pasamos por la prueba (y alguna, antes!).



El mejunje que te dan estaba tan malo como recordaba (y es que a mí no me sienta muy bien el azúcar en los embarazos, vaya usté a saber por qué). El "frasquito" es una botella de 200 ml (ná menos) que contiene 50 gramos de glucosa —que se dice pronto y los hay de sabor naranja o limón, que yo sepa. Y a mí las dos veces me ha tocado de naranja, aunque como si quieren ponerle sabor a melón: puaj. Eso sí, entra mejor fresquito y M "nos deja" desayunar antes, así que todo eso ayuda a mantener en el cuerpo el dichoso potingue durante la hora que tienes que estar en reposo esperando a que te extraigan sangre. No se me ha hecho largo, aunque ha habido ratos que estaba bastante revuelta. ¡Pero conseguido!

De paso, y menos mal que aprovechan, me han sacado la sangre para la analítica del segundo trimestre. Ahora a esperar resultados y a rezar a los Siete Dioses de Invernalia para que no dé positivo el O'Sullivan...