miércoles, 7 de agosto de 2013

Eco 3D/4D Reloaded (28+5)

Os conté que el Piratilla, como buen piratilla que es, no se dejó ver mucho cuando fuimos a la sesión de ecografía en 3D/4D: nos daba la espalda, en plan "chuparos esa".

Nos dieron cita para intentarlo otro día y ese fue este viernes, 2 de agosto. Esta vez, Papá Duende no podía venir y decidí que lo mejor era ir con una buena amiga —una con la que ya compartí embarazo, además de muchas otras cosas—, en plan tranquilo. La Duendecilla se quedó en casa de los iaios (ahora que el iaio no trabaja por las tardes es toda una aventura) y nosotras nos fuimos para el centro de ecografías.

Esta vez tuvimos mejores vistas. Aunque el peque había vuelto a sentarse —en poco menos de dos semanas ha pasado de sentado a cefálica y de nuevo sentado, que sepamos al menos una vez xD—,  no estaba completamente girado hacia mi espalda, así que le vimos la carita, los mofletes que tiene, lo vimos gesticular, tener hipo... Aun me parece mentira que esa personita esté dentro de mí...

Personalmente lo veo muy diferente de su hermana: de constitución ósea mucho más recia, más gordi, con labios más finos y más tranquilo —ya veremos fuera, jaja—. Sin embargo, cuando los amigos y familia empezaron a ver la foto hubo consenso por unanimidad de que es clavado a la Duendecilla. Como digo siempre.... "yo es que no sirvo para esto... [de sacar parecidos]".

Qué ganas de verlo ya en vivo y en directo...

Pero aún queda toooooodo un trimestre.

Operación pañal


Mi bebé se hace grande...

La Duendecilla tiene dos años y casi cuatro meses. Ya este invierno hablábamos Papá Duende y yo que seguramente este verano sería el idóneo para animar a la enana a dejar el pañal. Con esa idea, empezamos en primavera a ponerla en el WC cada mañana para que se familiarizara con él y fuera reconociendo la sensación de hacer pipí. Lo cierto es que fue muy bien. Me hice con un arsenal de braguitas y vestidos (y sandalias "enjuagables") y llegó julio.

Para ser fiel a la realidad, he de contar los previos. Las iaias, cada una por su cuenta (y riesgo, jaja) ya habían tenido a la Duendecilla sin pañal a ratos; vamos, eso que dicen los libros/expertos que no se debe hacer porque confunde a los peques xD. Además, la seño de la guardería (a la que irá a partir de septiembre) nos comentó que lo mejor era empezar un sábado por la mañana, que estaríamos los papás con ella durante dos días; quitarle el pañal por la mañana y ya ponérselo única y exclusivamente para dormir (siesta y noche).

Empezamos, siguiendo consejo de la seño, el sábado 6 de julio. Y según nuestra experiencia, me atrevería a desaconsejar que se comience el periplo en un fin de semana —y menos de verano—: a pesar de que habíamos planificado un finde tranquilo para que ella se sintiera a gusto, los ritmos y rutinas se modifican inevitablemente. El sábado estuvimos en casa de unos iaios (con juegos, piscina, etc) y el domingo en el campo de los otros (más piscina, campo por explorar y tres primos con los que descontrolarse un rato). Es decir, la Duendecilla estaba pendiente de todo —lo que a ella le divertía, como es lógico—, a excepción del ínfimo detalle de que ya no llevaba pañal.

Un desastre.

La parte buena es que yo había hablado con varias mamás —estas conversaciones de tardes de parque— que me habían comentado justamente eso: los dos primeros días pensaba "esto no va", "esto es un desastre", "no está por la labor aún", pero luego muy bien... Y yo me agarraba a eso como a un clavo ardiendo.

Y no falló. El lunes la cosa cambió radicalmente y a partir de ese día sólo se le ha escapado algún pipí —más por culpa nuestra, de los mayores, que de ella— e incluso se ha levantado de las siestas con el pañal seco. Lo que nos sorprendió y mucho es que una noche nos llamó a las 3 am, pañal seco, para hacer pipí; y por la mañana, el pañal seguía seco. Lo ha pillado al vuelo, la enanita...

Lleva un mes sin pañal y estamos francamente contentos y emocionados... y aliviados, porque no queríamos que se juntara la aventura del pañal con la llegada de su hermanito. Las cacas, que es lo que más costaba (no porque se lo hiciera encima, sino porque le costaba hacerlas) están superadas ya también. Ahora habrá que empezar a plantearse el de las siestas y noches...